En la madrugada del lunes, Julieta Gaitán (23) y Dalma García (19) fueron perseguidas 12 cuadras por una dupla en moto que tenía intenciones de matarlas. El acecho había comenzado en un sector caliente de Villa Moreno a las 4.
Ellas iban en una Honda XR 150. Los sicarios iban en una moto de menor porte, una Honda Wave. En Presidente Quintana al 2900, ya en barrio Alvear, las tuvieron a tiro y ocho disparos de una pistola 9 milímetros dieron muerte a las muchachas.
Sin embargo, una oportuna intervención policial truncó la fuga de los pistoleros. Este jueves ambos fueron llevados a audiencia imputativa y como era de esperar quedaron detenidos sin plazos por homicidio agravado, según resolvió el juez Hernán Postma.
César Omar Álvarez (32) y Juan Eduardo Medina (35), los detenidos, poseen antecedentes por robo a mano armada y según los registros domiciliarios viven en la misma cuadra del barrio San Francisquito, no muy lejos de la escena del crimen.
Los investigadores buscaban establecer si pertenecen a alguna organización criminal del tablero local. El peritaje de los dos celulares secuestrados acaso eche luz sobre el asunto. La investigación está a cargo del fiscal Patricio Saldutti y aún hay muchas preguntas sin respuestas.
Julieta, que recibió la mayoría de los disparos, vivía en Villa La Lata, en pasaje Cuzco al 1500. Su amiga, en un departamento de los monoblocks de Rouillón y Juan XXIII. La Fiscalía también tiene sus celulares. De acuerdo con la investigación, Medina y Álvarez las empezaron a seguir desde Dorrego y Presidente Quintana, un punto rojo de la violencia territorial en Villa Moreno.
Un familiar de Julieta, Javier Gaitán, corrió igual suerte en noviembre de 2017. El hombre había salido en forma transitoria de la cárcel de Piñero y estaba al mando de un Fiat Palio con el que tres amigos lo habían buscado. Sobre la ruta AO12, entre la 14 y 18, los interceptó un vehículo desde donde partieron 20 balazos con tres pistolas. El resultado: tres muertos y un herido grave.