Exhibido como si fuera un “trofeo”, en una pescadería de la zona norte de Rosario colgaron de un gancho un tiburón escalandrún, una especie en peligro de extinción que fue pescada en Mar del Plata y traída hasta la costa del río Paraná para su comercialización. “Está totalmente prohibido que los barcos desembarquen esa especie en cualquier puerto argentino. No se puede comercializar, es un tiburón que está en serio peligro de extinción en toda la costa atlántica sudamericana”, aseveró Luis Lucifora, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Conicet (Inali-UNL), en una entrevista con El Litoral, y explicó que “es un tiburón que habita desde el sur de Brasil hasta Península Valdés, esa es su área de distribución en sudamérica”.
La noticia se difundió a través de un video en el que se ve al ejemplar de unos 80 kilos, primero colgado en la “vidriera” del local rosarino y luego se lo muestra en una cámara frigorífica, para conservarlo.
Además de su prohibición comercial, Lucifora recordó que “la pesca deportiva, en toda la costa de la provincia de Buenos Aires, puede pescarlo pero sí o sí con devolución. Por lo tanto este animal fue capturado ilegalmente”. Al mismo tiempo, entendió que “probablemente, la persona de Rosario que lo compró no sepa de su prohibición porque no vive en la costa bonaerense y es una reglamentación que desconoce”.
De lenta reproducción
La necesidad de preservar al escalandrún radica en que es una especie de lenta y escasa reproducción. “Empiezan a reproducirse a los 14 o 15 años, es decir, que recién a esa edad tienen su primera reproducción y luego lo hacen cada dos o tres años. Y cuando paren tienen solamente dos crías, es un nivel muy bajo de reproducción”, detalló Lucifora, quien es especialista de biología de conservación y marplatense pero está radicado en Santa Fe.
“Trabajé gran parte de mi carrera estudiando a estos animales e hicimos un análisis población en el que determinamos que la población se está disminuyendo a un ritmo de 10% a 13% por año”, señaló el biólogo. En sus estudios de esta especie, el investigador del Conicet explica que el escalandrún realiza grandes migraciones que están relacionadas con distintas etapas del ciclo reproductivo. A lo largo de la costa sudamericana, desde el extremo norte de la Patagonia al sur de Brasil, los movimientos migratorios del escalandrún se han inferido a partir de las composiciones de las capturas pesqueras en distintos lugares y épocas del año. “Para esta época se están yendo de la costa argentina y pasan el invierno en la zona del sur de Brasil, luego en primavera y verano regresan a la zona de provincia de Buenos Aires y Río Negro”, detalló.
Al ser consultado acerca de la expectativa de vida de esta especie, el biólogo comentó que “hemos medido animales de hasta 40 años, pero probablemente vivan más. El problema es que se pescan acá y también en Brasil, donde hay una presión muy grande de pesca”.
Escalandrún en detalle
El escalandrún (carcharias taurus, nombre científico) es rápidamente identificable por poseer las dos aletas dorsales del mismo tamaño, un hocico cónico y dientes alargados y puntiagudos que sobresalen de la boca. Tiene una coloración dorsal gris amarronada, a veces con algunas manchas oscuras dispersas y una coloración ventral más clara. Es un tiburón grande que puede superar los tres metros de longitud total, aunque actualmente los ejemplares de la costa argentina rara vez superan los 2,70 metros. Su distribución geográfica es amplia, aunque no continua, en aguas costeras templado-cálidas. En América del Sur se lo encuentra desde Río de Janeiro (Brasil) hasta el golfo San Matías, en Río Negro.
Otras especies en peligro
El escalandrún es uno de los cuatro tiburones grandes que llegan hasta Argentina. Además están protegidos el bacota (Carcharhinus brachyurus), gatopardo (Notorynchus cepedianus) y cazón (Galeorhinus galeus). El más pescado es un tiburón chiquito, el gatuzo (Mustelus schmitti), que sí tiene permitida su comercialización.
Fuente ellitoral