Un nuevo hecho violento perpetrado por personas que se desplazan en moto sacudió a la ciudad de Rosario en la noche de este viernes 26 de enero. Esta suerte de sicariato en la cual las balaceras pasaron a ser una costumbre dejó como saldo dos muertos.
El último episodio ocurrió en la zona de pasaje San Cayetano al 1500 bis, ubicado a unos 300 metros al noroeste del arroyo Ludueña y de avenida Sorrento, en una zona olvidada durante muchos años, que fue creciendo en construcciones precarias, terrenos tomados y urbanizándose en forma desordenada.
Unos minutos después de las 21, varias personas se encontraban charlando en pasaje San Cayetano al 1500 bis, a pocos metros de una calle sin salida, ambas de tierra y pozos, que por las lluvias y tormentas que se abatieron sobre Rosario y la región, eran prácticamente intransitables a raíz del barrio y el agua acumulada, y también por la tenue llovizna que a esa hora se abatía sobre esa zona de la ciudad. Ese panorama no fue impedimento para que varias personas se juntaran a charlar en el ingreso al angosto pasillo que con el correr del tiempo se fue convirtiendo en una calle.
Fuentes de la investigación señalaron que en un momento cuatro personas que se trasladaban en dos motos aparecieron por el pasaje, en dirección sur-norte y al llegar hasta la altura del pasillo, al parecer sin mediar palabra, al menos dos de ellos sacaron armas de entre sus ropas y ataron a tiros a quienes estaban en el lugar.
Una de las personas atacadas, identificada como Leopoldo Jacinto Medina, de 36 años, recibió un disparo en la espalda y quedó tendido en el piso, en medio del pasto y el barro, y falleció prácticamente en el acto.
En tanto, un adolescente de 16 años, llamado Uriel Luciano Aguirre, también cayó al piso producto de varios impactos de arma de fuego en su pecho. Vecinos de la zona que escucharon la estampida metálica de los disparos salieron rápidamente de sus viviendas y, tras ver que el mayor había muerto, cargaron al joven en un auto y lo llevaron al hospital Alberdi, donde falleció a los pocos minutos.
La fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Georgina Pairola, dispuso que personal del Gabinete Criminalístico lleve a cabo un relevamiento de la escena del hecho, el levantamiento de rastros en una zona de difícil acceso y la toma de testimonios a vecinos del lugar y a posibles testigos del hecho, ya que en principio habrían sido varias las personas que estaban charlando en la entrada del pasillo cuando aparecieron los atacantes.
Además, pidió que ambos cuerpos sean trasladados al Instituto Médico Legal (IML) para ser sometidos a autopsia y que personal de Agencia de Investigación Criminal (AIC) lleve a cabo diversas medidas con el objetivo de establecer la motivación del ataque e identificar a los agresores.
Con estas dos muertes ya son 18 los homicidios en el mes de marzo y 54 en todo 2021 en el departamento Rosario.
Ambicioso proyecto
Si bien se fueron haciendo algunas obras en forma esporádica, la zona donde se cometió el doble crimen estuvo postergada durante décadas. El lugar fue creciendo en forma desordenada, abriendo calles de tierra que conectaran avenida Sorrento con calle Génova.
Finalmente, en el marco del plan Abre que llevó adelante la gestión socialista a nivel provincial, se incluyó al barrio en uno de los planes más ambiciosos. Denominado ‘Proyecto Barrio Empalme’ o ‘Cullen y Sorrento’, y junto a la Municipalidad de Rosario, se comenzó con la planificación de una obra que incluía apertura de calles, mejora de servicios y un importante proceso social de inclusión. Para esto se expropiaron terrenos donde se ubica el asentamiento.
El ambicioso proyecto, en el cual estaba incluido el pasaje San Cayetano, preveía la adecuación y rectificación de drenajes a cielo abierto; iluminación; mejoramiento integral del sistema de agua potable; carpeta asfáltica y hasta una plazoleta con cancha de fútbol, bancos, juegos, un arenero, árboles y más de 450 m de senderos perimetrales.