A medida que se expande por el mundo, la nueva variante Delta (identificada por primera vez en India) empieza a preocupar, especialmente en países como Israel, el Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, que ya cuentan con más de la mitad de la población vacunada al menos con una dosis.
El Centro Europeo de Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) dijo que la variante Delta es entre un 40% y un 60% más contagiosa que la variante Alfa (del Reino Unido), actualmente dominante en Europa, y que, a su vez, se estimaba hasta un 70% más transmisible que la variante original de Wuhan.
En base a estos datos, el ECDC prevé que para fines de agosto, Delta representará el 90% de los nuevos contagios de coronavirus en Europa. En la misma línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había advertido que Delta está en camino a transformarse en la variante dominante a nivel global.
Debido a su mayor capacidad de transmisión, Delta está preocupando a muchos gobiernos de Europa, donde la mayoría de los países decidieron flexibilizar las restricciones para ayudar a la industria del turismo -una de las más afectadas por la pandemia- en la temporada de verano 2021.
«Es muy probable que la variante Delta circule ampliamente durante el verano (boreal), en particular entre los individuos más jóvenes que no son sujetos de vacunación», dijo desde el ECDC y agregaron: «Esto podría suponer un riesgo de que los individuos más vulnerables se infecten y experimenten una enfermedad grave y la muerte si no están totalmente vacunados«.
Aunque vacunas como la de Pfizer-BioNTech y Oxford-AstraZeneca ya demostraron tener niveles de eficacia superiores al 90% contra la variante (96% y 92%, respectivamente) cuando se cumple el esquema de dos dosis, y el Instituto Gamaleya dice que su vacuna Sputnik V es la más efectiva, el ECDC informó que según datos preliminares «también puede infectar a individuos que han recibido sólo una dosis de las vacunas actualmente disponibles», sumada a una importante parte de la población que aún no ha sido inmunizada por no cumplir con los criterios.
Por el lado optimista, el ECDC dijo que dos dosis de las vacunas aprobadas -Europa por ahora autorizó el uso de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson– ofrecían una «alta protección» contra la infección por la variante y el riesgo de internación.
En Israel, donde el porcentaje de vacunados con ambas dosis (la mayoría de Pfizer) está a punto de alcanzar el 50%, decidieron restablecer algunas restricciones, especialmente vinculadas a vuelos internacionales, debido a un brote conectado a la cepa. Es la primera vez que Israel supera los 100 casos diarios de coronavirus desde abril y se estima que el 70% de los nuevos contagios derivan de Delta.
En la misma línea, la canciller alemana Angela Merkel dijo ayer que le gustaría que otros países europeos también exigieran cuarentenas a las personas que llegan desde lugares donde hay altos niveles de la variante Delta. Según datos del Instituto Robert Koch, la proporción de infecciones causadas por Delta se ha duplicado de una semana a la otra y es probable que gane más terreno frente a otras cepas.
La cepa también se está propagando rápidamente en Estados Unidos, donde ya es responsable por un quinto de los nuevos casos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Anthony Fauchi dijo recientemente que la cepa identificada en India es la mayor amenaza en los esfuerzos del gobierno para erradicar el Covid en el país.
La Administración Biden debe lidiar, además, con un techo en su campaña de vacunación ya que muchos norteamericanos no quieren ser inmunizados. Recientemente la Casa Blanca tuvo que admitir que no alcanzará su meta de vacunas al 70% de la población adulta para el 4 de julio.