La curva ascendente de nuevos contagios en los últimos días, y la novena muerte causada por la pandemia trazó un escenario preocupado en el que Omar Perotti y Pablo Javkin apelaron juntos a la responsabilidad ciudadana en los cuidados sanitarios. Ayer se reportaron 34 casos nuevos de infectados en la provincia, cifra récord entre los 640 declarados desde el inicio de la peste. En Rosario se detectaron 16 contagios nuevos, y surgió un nuevo foco: Santa Isabel, con 14 infectados. Provincia y municipio apuntan a las reuniones afectivas como el caldo de cultivo en el que la propagación del covid-19 se disparó en las últimas jornadas. No obstante, no hay por ahora decreto ni medida coercitiva alguna, pero sí ambos exhortan a la población a recuperar los recaudos preventivos. «No perdamos lo que tenemos: decíamos al principio de la cuarentena que debíamos prepararnos para el peor momento. Bueno, el peor momento es este, hasta el 15 de agosto, según dicen los expertos», coincidieron ayer el gobernador y el intendente de Rosario. La única restricción sí que impuso la municipalidad fue que todas las ferias de artesanos y de la economía social no abrirán este fin de semana.
Un hombre de 74 años se convirtió ayer de madrugada en la víctima fatal n° 9 del coronavirus en la provincia de Santa Fe. Era oriundo de Pérez, y estaba internado en Rosario desde el lunes 13, en terapia intensiva y con asistencia respiratoria mecánica. Presentaba otras deficiencias de salud que complicaron su infección, se informó desde el Ministerio de Salud. Además, la cartera sanitaria informó de 34 casos nuevos: 16 en Rosario (13 con nexo epidemiológico conocido), 2 en Totoras y 2 en Pérez. Ahora Santa Fe acumula 640 casos desde el inicio de la enfermedad, y Rosario, 221. En esta ciudad hay 580 personas aisladas, se informó. La cantidad de internados en la provincia es de 26 pacientes, 2 en terapia intensiva.
La evolución acelerada de la pandemia en la región hizo pensar en medidas drásticas para el Gran Rosario en cuanto a la situación actual del Aspo. Sobre todo, en una jornada récord a nivel país, con 4518 casos nuevos y 66 fallecimientos. Pero no.
Luego de que el mensaje presidencial ayer al mediodía ratificara la continuidad del ASPO y medidas específicas solo para CABA y AMBA, Perotti y Javkin se alinearon en un mensaje voluntarista. «La curva se aceleró en los últimos días, pero hemos avanzado un montón, como para estar en una etapa muy distinta a la que están tratando de superar en el AMBA», se diferenció el gobernador. «Aquí hay más movimiento de personas, y por ello debemos responder con más responsabilidad social: más barbijo, más cuidado en el distanciamiento, y sobre todo, en las reuniones familiares: si hacemos, que sea solo una, y si podemos espaciarla más, hagámoslo», remarcó.
Provincia y municipio coinciden en atribuir la escalada de contagios a las reuniones afectivas autorizadas a principios de junio para todos los días, cuando se ingresó en fase 4, y luego restringidas desde el 1° de julio solo a fines de semana, ya en fase 5.
El intendente Javkin apuntó que «el 60 por ciento de los casos positivos se dieron a partir de reuniones familiares, afectivas o de trabajo». Y cuestionó el relajamiento de cuidados sanitarios dentro del hogar. «Estamos en una fase que nos permite hacer muchas cosas, no queremos volver atrás. Los contagios se producen en los encuentros afectivos cerrados y en la repetición de esos encuentros. Si hacen una reunión el sábado, no hagan otra el domingo. Porque si no multiplicamos las burbujas de contagio. El Estado no puede ir a cada casa a controlar, así que es responsabilidad de cada uno», reforzó.
En la reunión del Comité de Expertos, ayer la ministra de Salud, Sonia Martorano expuso: “Nos encontramos en un franco ascenso de la curva. Ya se aceleró, aunque hubo momentos en los que pudimos aplanarla con la cuarentena y el uso de barbijo, pero hoy nos toca gestionar incertidumbre”.
Perotti advirtió por su parte que «nadie quiere retroceder (de fase), porque ya restringimos la posibilidad de reunirse entre semana para solo hacerlo sábados y domingos. Estamos en el momento pico hasta el 15 de agosto, y por eso es que pedimos sostener el esfuerzo». «Desde el inicio planteamos que había que prepararse para el momento más difícil, y es este».
La flexibilización relativa que ayer anunciaron los gobiernos de CABA y Buenos Aires hizo imaginar una mayor amenaza de afluencia de porteños y bonaerenses para la Bota. Por eso Perotti ratificó que continúan este fin de semana los 27 puestos de control en el límite interprovincial de cada ruta que ingresa a Santa Fe. Prometió «máximo rigor» en hacer regresar a toda persona que pretenda ingresar fuera de norma, y en advertir que quien entre lo hace en fase 1, es decir, debe permanecer aislado por 14 días. En tren de apelaciones, también pidió al personal sanitario que se cuide. «Los necesitamos sanos», dijo. Y les envió un mensaje al sector gastronómico, sobre todo: «Para no retroceder, necesitamos que se cumplan los protocolos de las actividades que algunos sectores reclamaron por su reanudación», demandó Perotti, sin alusión directa.
Con tanta advertencia en el aire, no hay margen tampoco para esperanzas en quienes viven de los jardines de infantes y del transporte escolar. El titular de la Casa Gris ratificó ayer que ambas actividades «están vinculadas con la vuelta a clases, y eso no volverá en lo inmediato. Seguiremos asistiéndolos junto con Nación, pero eso no se va a reactivar todavía». En cambio, ratificó lo adelantado por la ministra del área, Adriana Cantero: la prioridad es abrir apenas se pueda las escuelas rurales y de pequeñas localidades donde la conectividad no existe o es deficiente y, por lo tanto, ni siquiera pudo contar con la educación virtual.