El aumento de casos de sífilis en el país volvió a poner el tema en agenda esta semana, tras el informe del Ministerio de Salud de la Nación. Santa Fe aparece como una excepción: por primera vez en años, los contagios muestran un leve descenso. Sin embargo, desde el Ministerio de Salud provincial aseguran que la problemática no se explica solo con números, sino también con factores culturales como el tabú, la vergüenza a consultar y la pérdida del hábito de usar preservativo.
El director provincial de Salud Sexual Integral, Facundo Peralta, confirmó que en Santa Fe los casos bajaron cerca de un 6% en comparación con el mismo período de 2024, una tendencia opuesta al incremento del 69% registrado a nivel nacional. Aun así, remarcó que el desafío es sostener políticas de prevención y educación sexual, ya que la sífilis es una enfermedad que se cura fácilmente pero no genera inmunidad.
Peralta destacó que muchas personas aún sienten miedo o vergüenza de hacerse un test, y que eso retrasa la consulta. Tras la pandemia, agregó, hubo un claro relajamiento en el uso del preservativo y un cambio cultural que impactó en el aumento de infecciones. Mientras generaciones mayores recuerdan la presencia de la sífilis y los cuidados asociados, una gran parte de adolescentes y jóvenes nunca recibió información adecuada.
Frente a este escenario, Santa Fe impulsa capacitaciones para los equipos de salud, campañas educativas y actividades específicas para adolescentes. Los test son gratuitos, voluntarios y anónimos, y el tratamiento está garantizado. También remarcan la necesidad de reinstalar el preservativo como herramienta central de prevención.
La provincia reclamó además que hace dos años no recibe preservativos del Ministerio de Salud de la Nación. Para cubrir esa falta, Santa Fe compró 2.600.000 unidades con fondos propios, disponibles en centros de salud, hospitales y organizaciones sociales.