Crecimiento de la economía, ordenamiento demográfico, desarrollo, inclusión, tecnología,
infraestructura, ciencia, educación, salud, medio ambiente, innovación, y otros, conceptos
todos ellos que interactúan entre sí y se complementan en el abordaje de un plan sustentable.
En este trabajo desarrollaremos una propuesta focalizándonos en ocho provincias
productoras del país. Ellas son: Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta,
Jujuy, Chaco y Formosa.
En cualquier análisis serio se parte de lo que hay y de lo que falta.
Empecemos entonces por lo que tenemos.
El país cuenta con una industria agrícola pujante en producción, tecnología, competitividad,
solvencia, que requiere muy poco o nada de aporte financiero, orientada a los mercados
domésticos y fundamentalmente a la exportación.
Ha venido creciendo de un piso de treinta millones de toneladas de los años 80 a ciento
cincuenta millones del 2020.-
Haciendo un breve repaso histórico para conocer de dónde venimos y hacia dónde vamos, no
podemos dejar de mencionar que la verdadera segunda revolución agrícola se produce al
incorporar en la siembra local a la soja genéticamente modificada tolerante al glifosato (un
herbicida imprescindible para este tipo de producción) en 1996, expandiendo así el área
pasible de siembra, no solo para soja, sino también para el maíz, (cuyos rindes pasaron de
35 a mas de 80 quintales por hectárea). La consecuencia directa de esta nueva siembra fue el
desplazamiento de áreas ganaderas por cultivos agrícolas dando lugar a la proliferación de
feed lots como nuevas formas de engorde de hacienda vacuna.
El nuevo problema era qué hacíamos con los lotes que necesitaban rotación con ganadería
para mantener estructura y fertilidad.
Sin darnos cuenta se daba nacimiento al nuevo concepto de siembra directa y la necesidad de
aplicar fertilizantes.
En el año 1994 se utilizaron alrededor de 200.000 toneladas de fertilizante mientas que en
2007 llegamos a utilizar 4 millones de toneladas y, con proyecciones de futuro.
Profértil instala en la década del 90, la fábrica de urea más grande del mundo, cuyo proyecto
original era la exportación, no obstante ello, tuvo que destinar toda su producción al mercado
interno.
Aquí una aclaración importante: la urea se obtiene del gas de venteo, es decir que podemos
exportar gas dentro de un grano de maíz o de trigo (convertir la urea en granos es agregarle
valor).
Hoy el campo se abastece en los insumos críticos. La agricultura le agrega valor a la industria,
al acero de la sembradora, al lubricante del motor, al combustible, al polietileno del silo bolsa,
al caucho de los neumáticos de los camiones que transportan la producción, a todas las
herrerías, comercios y talleres de todas las localidades del interior del país.
Sería un error seguir considerando a la producción agropecuaria una actividad primaria.
Argentina posee una gran industria de herbicidas, fertilizantes, semillas y maquinaria
agrícola que el mundo valora por las exportaciones y por el acabado conocimiento del campo
argentino y, el uso que hace de la biotecnología en la obtención de organismos genéticamente
modificados por empresas rosarinas que cotizan en la Bolsa de New York.
La intensificación ganadera, la nueva manera de organizar la agricultura con los contratistas
(que hoy están sembrando en Brasil y Uruguay), los fondos de inversión, la agricultura de
precisión asistida por GPS, los fideicomisos y el gran dinamismo del mercado de alquileres
por sembrar hacen una actividad nacida del ingenio argentino.
Esta industria tiene la particularidad de que el balance de divisas entre montos de exportación
e importación de insumos la relación es de seis a uno, es decir, obtenemos seis veces más
divisas por exportar que por importar.
Es sin duda el sector más dinámico de la economía en la actualidad y, parece que lo seguirá
siendo en el transcurso de las próximas décadas.
Si se implementan soluciones para mejorar la logística y los de costos de fletes, se puede
pensar en hacer crecer la producción hasta alcanzar los trescientos millones de toneladas en
un lapso de diez años, lo cual se correspondería con la curva que se viene cumpliendo desde
hace cuarenta años.
Para que este pronóstico se cumpla hay que superar la barrera del costo de fletes, sobre todo
de las regiones de frontera agraria, que son obviamente las más alejadas de los puertos de
exportación. También habría que ahondar en una logística eficiente que agilice la recepción
de los granos a las plantas de procesamiento y embarque.
Como propuesta de trabajo a esto sugerimos el estudio de dos cuestiones.
Una es la adecuar la ruta 34 que nace en Rosario y termina en Jujuy convirtiéndola en una
autopista o autovía preparada para el tránsito de bi y tri camiones. Esta autopista tendría un
recorrido de 1.500 kilómetros, Rosario -Juuy, a los cuales se le sumarían unos 500 kilómetros
más con un desvío que nacería en ruta 34 a la altura de Añatuya con dirección al Chaco y
Formosa. 2000 kilómetros de recorrido que conectarían Santa Fe, la parte Este de Córdoba,
Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Chaco y Formosa. Las ocho provincias
mencionadas al principio que cuentan con una basta producción agrícola.
La otra cuestión, es adecuar la llegada de la producción a la zona de tratamiento y embarque
mediante, la Ribera del Río Paraná desde Villa Constitución hasta Timbués, donde se
concentran 26 puertos y plantas procesadoras.
La infraestructura actual no perite duplicar la recepción fluida de este tonelaje.
Para ello, hemos acercado en su momento un proyecto logístico que tiene como eje la
implementación de puertos secos, procesamiento, y transporte por medio de granoductos a la
zona de embarque (el cual se visualiza como adjunto al presente en el Anexo I). Las distancias
que deberán recorrer estos granoductos es de entre cinco y quince kilómetros. Lo cual es
tecnológicamente viable.
Consideramos que con la concreción de estas dos iniciativas los costos de fletes, sobre todo
los de media y larga distancia, serán sensiblemente menores, incentivando la producción de
las zonas más alejadas.
Como complemento de ordenamiento demográfico y económico se debería legislar para que,
a lo largo de esta vía de desarrollo territorial de 2000 kilómetros, se estimulen la creación de
parques industriales libres de impuestos en un número aproximado a cien o más.
A la par del crecimiento productivo agrario también lo hace la infraestructura, la industria
relacionada, la tecnología de siembra y cosecha, la biotecnología, los negocios y la economía
en general.
Hay que saber despojarse de ataduras ideológicas que no aportan al desarrollo ni al
crecimiento. Más que conceptos ideológicos creemos que se trata de vinculación geográfica,
del medio donde se desarrolla cada uno y de ahí la formación del concepto. De no ver ni
observar la producción, su traslado, procesamiento y exportación.
En nuestro medio, Rosario, no hay forma de no percibir algunas de estas cuestiones. Para
citar algunas cifras, diremos que dos millones de camiones arriban anualmente a los 26
puertos y plantas de procesamiento en el ámbito del Gran Rosario.
En el futuro, de cumplirse la idea que expresamos, serán cuatro millones de camiones con
algunos puertos más.
No hay contradicción entre campo e industria. Solo existe en el imaginario de personas que
se quedaron con la foto del pasado.
La producción agrícola genera un derrame positivo sobre el resto de la economía.
El campo proporciona y puede proporcionar a futuro el despegue de todas las demás
actividades industriales y tecnológicas, incluidas las científicas.
Argentina produce 8 veces más alimentos primarios de lo que requiere para el consumo
interno, tomando en cuenta estos números, esta es una gran oportunidad en el contexto global
en cuanto a la demanda de alimentos, que aumentará no menos de un 70% en los próximos
40 años, con grandes cambios de dieta, donde el consumo de carnes mundial crecerá de 32
Kg. de carne anual per cápita a 52 Kg. de carne anual per cápita para el 2050. Ese cambio de
estructura dietaria a futuro deja a la Argentina frente a una oportunidad única de transformar
sus exportaciones primarias de grano o commodities en exportaciones de carne y alimentos
de consumo humano directo.
Acertadas son las afirmaciones del Ministro Guzmán, en cuanto declara que: “Que no haya
crisis recurrentes de balanza de pago. Para eso tienen que crecer las exportaciones. Es
una cuestión prácticamente aritmética la necesidad de que las exportaciones crezcan. No
es que las exportaciones tienen que crecer para liderar el crecimiento, sino que sin
crecimiento de las exportaciones no hay sendero de crecimiento que se pueda sostener”
“No hemos logrado definir cuál es nuestro esquema productivo”.
“Venimos cambiando la tendencia de forma recursiva.”
Bueno, nos hacemos cargo y, además, proponemos cambiar esa realidad a partir de lo que
hacemos bien, “producción agraria” fundamentalmente, sin desconocer que hay otros
segmentos que también se desarrollaron de forma óptima, pero sin alcanzar la dimensión de
aquella. Crecer cualitativamente y también en aumento de la producción es la idea, hasta
alcanzar saldos exportables que nos permitan sustentar el andamiaje de reconversión
demográfica, tecnológica, educativa, del conocimiento, de infraestructura de comunicaciones
e innovación, entre otros.
Tener la capacidad de integrar las variables económicas, productivas, tecnológicas y sociales,
es la condición que deben saber gestionar las clases dirigentes, en algunos tiempos históricos,
para alcanzar la dimensión de estadistas.
A este sector dinámico se suman una industria intermedia clásica, la energética, la minería,
la pesca, ganadería, etc., y otras nacientes como la ingeniería biológica, la tecnología del
conocimiento, la informática, la espacial con la construcción de satélites, etc.
Ahora bien, hasta aquí hemos dado cuenta de las cualidades y condiciones favorables que el
país posee, por lo tanto, nos resta hacer un análisis de las falencias para poder desarrollar el
proyecto que proponemos.
Podríamos empezar diciendo que carecemos de una moneda fuerte que proporcione soberanía
monetaria. Hemos presentado una propuesta de soberanía monetaria con la creación de una
moneda fuerte con valor intrínseco y extrínseco (que podrá verse adjunto como Anexo II).
También hace falta un Mercado de capitales fuerte, acompañado de una reforma tributaria y
judicial, que se ajusten a los tiempos modernos y tecnológicos que se viven.
Es clave el mejoramiento en infraestructura de comunicaciones y, el desarrollo científico
tecnológico.
Reconversión demográfica;
Hay que comenzar a revertir la tendencia que viene de hace más de cien años de migración
interna hacia los grandes centros urbanos e impulsar la expansión demográfica hacia el
interior de modo sustentable y armonioso. Por eso proponemos la creación de 100 o más
parques industriales libres de impuestos a lo largo de ésta renovada vía de comunicación que
atraviesa ocho provincias.
Estimamos que pueden concentrar entre directamente relacionados, indirectos, servicios,
familias, etc., aproximadamente un millón de personas.
Descongestionar los hacinamientos urbanos es una tarea urgente. Hacerlo inteligentemente
es una obligación.
Los parques industriales libres de impuestos a lo largo de la ruta 34 y su anexo a Chaco y
Formosa, irán generando una estructura productiva diversificada en zonas donde la
producción es básicamente agropecuaria, dejando como mejora adicional la integración
territorial de una vasta región del país.
Según Guzmán: “llevar adelante políticas productivas, que el Estado tenga un rol
importante en generar una economía de mercado con un componente social, una
economía de mercado que esté al servicio de la gente, que de al sector privado la posibilidad
de crecer sobre la base de cinco objetivos, inclusión, dinamismo, estabilidad, federalismo
y soberanía”.
Logística,
Reestructuración integral de la logística agraria como modo de dar certeza a los productores
de contar con condiciones de relativa rentabilidad por disminución de costos de fletes, no por
reducción de ingresos del sector de transporte ni de sus trabajadores, sino por la mejora de la
infraestructura logística, fundada en la construcción de una autopista o autovía y la
construcción de puertos secos con conexión de granoductos a zona de embarque.
Nuevamente citando a Guzman: “Hay que apuntar a una estructura productiva que genere
al mismo tiempo trabajo en todos los sectores de nuestra estructura demográfica,
crecimiento de la productividad, más dinamismo y crecimiento de las exportaciones
compatible con el crecimiento de la actividad económica.”
Hace cinco años presentamos un pre-proyecto sobre granoductos al gobierno de la provincia
de Santa Fe. El Consejo Federal de Inversiones estaba interesado en este tipo de soluciones
logísticas, no obstante, las autoridades de la provincia decidieron optar por otras propuestas.
Sintetizando, la propuesta tiene varios estamentos a los cuales hemos respondido con posibles
soluciones.
Financiamiento, (ensayo disponible)
Proyecto de soberanía monetaria, creación de una moneda fuerte con parte de valor intrínseco
y extrínseco, direccionada fundamentalmente a la financiación de proyectos de
infraestructura como el presente.
Sobre esto queremos extendernos con algunas consideraciones:
La formación de un activo puede darse por el ahorro, la inversión y el crédito o la confianza.
El ahorro interno es un bien preciado que no alcanza a nuestras necesidades de inversión.
La inversión o el crédito externo no parecen posible en el horizonte cercano.
La generación de confianza es una bala de plata que debemos cuidar. Para incentivarla
proponemos que la emisión de esos activos, una moneda fuerte, tenga una parte de valor
intrínseco y la otra parte formada por una canasta de monedas. Este activo tiene que servir
de moneda transable, valor de reserva, ahorro, pago de impuestos, formación de mercado de
capitales, financiamiento de proyectos de infraestructura.
Ahora bien, si generamos confianza y nos hacemos del activo, éste no puede quedar librado
a la libre disposición de voluntades. Hay que direccionarlo de forma tal que la transformación
quede dentro de un sistema asilado.
Para hacernos comprender tomaremos ejemplos de nuestra amiga la ciencia física.
Primer principio de la termodinámica, todo se transforma, nada se pierde o se crea.
Segundo principio de la termodinámica, la entropía. Para definirla podemos decir que es una
magnitud física de equilibrio. Un sistema altamente distribuido al azar tiene alta entropía. Lo
más probable que si juntamos dos trozos de metal uno caliente y el otro frío, el calor se
trasmite del caliente al frío hasta llegar a un estado de equilibrio.
Si nos atenemos al primer principio, cuando generamos el activo y lo transformamos en obras
de infraestructuras o cualquier bien consolidado dentro de un sistema cerrado, este activo no
se pierde, queda con igual valor convertido en otra cosa de bien común.
En el segundo, cuando generemos un activo y lo distribuimos al azar, aumentamos las
posibilidades de que se genere alta entropía y se evada de nuestro sistema cerrado. Por
ejemplo, los préstamos y créditos tomados en el gobierno anterior no podemos determinar
adonde fueron y donde están. Si fueran ejemplos astrofísicos podríamos decir que fueron
chupados por un agujero negro.
Así tenemos que nuestra propuesta de generar activos basados en la confianza también
conlleva la obligación de cuidarlos de forma extrema para que no desaparezcan. Una forma
de cuidarlos es invertir en obras de infraestructura necesarias y multiplicadoras de riquezas.
Logística,
Pre-proyecto de granoductos (disponible)
Presentación de la idea de que la ruta 34 se convierta en autopista o auto-vía con capacidad
para el tránsito de bi y tri camiones.
Bi-trenes y Tri-tenes
Camiones diseñados para trasportar cargas remotas. Es un chasis de camión que arrastra
remolques de cargas, dos o más. En ocasiones llegan hasta un kilómetro de largo.
La incorporación de bitrenes es un reclamo histórico del sector productivo, estas unidades
poseen una potencialidad en la reducción de costos de entre un 25% y un 35% según
distancias. El adicional de carga neta que puede llevar un bitren respecto de un vehículo
convencional puede ir como máximo entre un 40% más (configuración de 20.50 m y 60tn) y
un 70 – 75% más (configuración de 30.25 m y 75tn).
En Australia y otros países están utilizándose desde muchos años. En nuestro país se fabrican
en la provincia de San Luis y ya existen algunos corredores viales nacionales habilitados.
Referencias de fletes de granos y oleaginosas en relación de precio y porcentaje con cada
producto.
Precios estimados al 29/06/2020
Fletes: 100 klm $ 710 tns
800 klm $ 3.576 tns
1.500 klm $ 6.400 tns
Precios pizarra Rosario al 29/06/2020
Soja $ 15.340
Trigo $ 12.980
Maiz $ 8.700
Girasol $ 17.600
Sorgo $ 10.180
Incidencia del porcentaje del flete en el precio de pizarra
100 klm 800 klm 1.500 klm
Soja 4.6 % 23.3 % 41 %
Trigo 5,5 % 27.5 % 49 %
Maíz 8.1 % 41.1 % 73 %
Girasol 4. % 20. % 36 %
Sorgo 7. % 35. % 62 %
Con la utilización de bi-trenes o tri-trenes se apunta, al menos, a reducir al 50% promedio el
porcentaje de la incidencia del flete en largas distancias.
La incidencia del flete en media y larga distancia atenta contra la producción a escala en
zonas alejadas. Reducir al 50% el costo de fletes es un estímulo efectivo.
Con los actuales costos de fletes existe de hecho una inequidad productiva. Hay que trabajar
para restaurar las igualdades de oportunidades entre los productores de las zonas más alejadas
y los de las zonas más cercanas, profundizando el federalismo, apoyándonos en la economía
real.
Consideramos que esta propuesta es fundamentalmente integradora, abarcando todos los
aspectos posibles.
Ricardo Bianchi
Dra. Costanza Bianchi