Alfredo Paz es un joven de 25 años que está postrado en la cama desde toda la vida, producto de una parálisis cerebral que le dio a los cuatro meses de vida. Vive en Rosario de la Frontera y tiene 25 años. Su familia es de bajos recursos y su obra social, Incluir Salud, no le reconoce ni los pañales.

Luego de esta parálisis, su expectativa de vida, de acuerdo al diagnóstico de sus médicos, era tan solo de diez años como mucho, sin embargo, gracias al amor y el cuidado de su madre y de su familia Alfredo aún sigue con vida.

Es una persona dependiente en un cien por cien para poder comer e higienizarse. Si bien tiene la obra social Profe, su madre, Berta Paz, aseguró que a lo largo de los años y de las gestiones solo consiguió dos bolsas de pañales.

Pero lo más grave es que el joven necesita sí o sí, y de manera urgente, una mochila de oxígeno, ya que convulsiona todos los días, a veces hasta dos o tres veces durante las noches, por lo que debe incluso dormir con la luz prendida ante el temor de morir en un ataque.

«Mi hijo tiene parálisis cerebral y es convulsivo. Está postrado en la cama, usa pañales, hay que darle de comer, es como un bebé. Él es totalmente dependiente para todo», expresó a El Tribuno Berta Paz.

Cabe señalar que es una familia de bajos recursos; doña Berta es empleada doméstica y desde que empezó la cuarentena, al no poder trabajar en las casas, empezó a vender empandas para poder subsistir.

«A los cuatro meses de vida mi hijo empezó a convulsionar y sigue así hasta el día de hoy. Lo que necesita de manera urgente es una mochila de oxígeno, porque cuando él convulsiona hay que buscarle una posición para que se le pase», señaló. Luego la madre detalló: «Es muy feo, porque cuando le dan las convulsiones, se le ponen los labios morados y las uñas moradas por la falta de oxígeno. Esa mochila es para no estar llevándolo al hospital a cada rato».

Para todos los que puedan colaborar, comunicarse al teléfono: 3876-665312, de María Paz, una hermana del joven Alfredo.

Por otro lado, también contó que está muy agradecida por la atención que recibe en el nosocomio rosarino, donde estuvo internado el sábado pasado por una fiebre muy alta.

«Gracias a Dios cada vez que lo llevo las enfermeras y los médicos lo tratan muy bien, es más, hasta lo miman mucho a mi hijito, le dan mucho cariño, es un malcriado del hospital», dijo agradecida.

«El sábado no le podía bajar la fiebre, lo bañé, le di un ibuprofeno y nada dio resultado, por eso lo tuve que llevar de urgencia. Allá lo atendieron y mejoró al cabo de tres horas».

También una silla ortopédica

«Mi hijo está postrado en la cama, toma medicación y siempre le hago los paf. Pero ahora se le están haciendo escaras de tanto estar en la cama, es la primera vez en veinticinco años que le pasa eso», lamentó.

«Él es como un bebé, solamente yo lo manejo, por eso sería bueno que tenga una silla especial. Ayer, por ejemplo, como yo estaba trabajando haciendo las empanadas para vender, tuvo que cuidarlo su hermana y darle de comer. Todo eso con una silla sería más fácil para poderlo manejar», agregó la mujer.

«Si bien tiene la obra social Incluir Salud no nos sirve de nada, porque no me dan ni los pañales ni los medicamentos. En veinticinco años solo dos veces nos dieron pañales», dijo indignada.

«Los remedios los conseguía en la Municipalidad, en el sector de Acción Social, cuando estaba la señora Blanca López. La única ayuda que tengo del Gobierno es la tarjeta social de trescientos pesos, pero con eso no hago nada. Ahora los medicamentos me los están dando en el hospital», agregó.

En cuanto a la mochila de oxígeno, la mujer mostró a El Tribuno el pedido del médico. «El problema es que para que le den tengo que viajar a Salta a través de la obra social, pero imagínese si nunca pude lograr que me den pañales, menos me van a dar una mochila de oxígeno», dijo apesadumbrada.

 Un remedio carísimo

“Además de los medicamentos, mi hijo también necesita el Ensure (tipo de bebida nutricional que ayuda a las personas que no pueden obtener todos los nutrientes necesarios de los alimentos y otras bebidas, contiene vitaminas, minerales, proteína y grasas), pero para mí es imposible comprarla, porque es carísima”, dijo.
Berta finalmente insistió: “Lo que necesito de manera urgente es la mochila, no puedo ir al hospital cada vez que convulsiona y menos ahora, me da mucho miedo por el tema del coronavirus, a pesar de que sus médicos de cabecera, Alderete y Martínez, son excelentes”.

https://www.eltribuno.com/salta/nota/2020-7-8-0-0-0-tiene-paralisis-cerebral-y-necesita-mochila-de-oxigeno